jueves, 27 de mayo de 2010

Pequeña introducción a la vida amorosa de un casi-angel

Básicamente boludeando en facebook vi una publicidad con el titulo de "¿Qué es el enamoramiento?": 
El amor es una mierda pero el enamoramiento es aún peor: vivís es una nube las 24 horas del día, idealizas tanto a ésa persona que si se llegara a dar algo te casarías y capaz hasta darías la vida porque él es muy capo en todo, amable, caballero (estamos en la década del '50), dice las mismas cosas que dirías vos en cada situación, es gracioso, te mira cuando lo mirás, creés que cada cosa que hace o dice lo hace como indirecta y toda una lista de boludeses que si las ponés en la balanza de la realidad no pesan ni 200 gramos.
Ah, el amor, no sé qué es. Lo veo como algo muy lejano. No creo que el amor solo sea lo que una persona siente por otra, sino lo que dos personas sienten el uno por el otro. Qué cursi. Cuando dos personas coinciden en estar enamoradas, eso del medio, esa masa es amor, para mí. Yo estoy enamorada de Roberto pero no es amor porque el no me ama.
En realidad, del amor no sé nada. Del enamoramiento sí; ése estado en el que no diferencias al chico que te gusta de un semi-dios. En cada momento del día pensás en él y hasta imaginás situaciones, eso es lo más estúpido y patético, creo, para después verlo y desilusionarte, por esa misma razón: lo idealizas. Resulta que es una persona como cualquier otra, que se ríe de estupideces, dice cosas sin sentido y le cae bien aquello que vos odias. Te querés matar. Estuviste todo una semana pensando qué ponerte para, quizá, ni saludarlo; se habló con la piba que no bancás porque sospechás que tiene onda con él y su amigo es un idiota y no te banca. Llegás a tu casa y te ponés a pensar en lo lindo que estaba y todo vuelve a empezar. Hasta que un día te das cuenta que no te gustaba tanto como creías. Te enterás que tiene novia, que siempre la tuvo. Te conformás con pensar que es una "cornuda de pensamiento". O, simplemente, despertás de ese sueño de irracionalidad y te das cuenta de que el pibe no valía ni dos mangos (a.k.a siempre le tuvo ganas a tu amiga).




Siempre me acuerdo de este tango cuando alguien nombra esa cosa llamada amor.


Sueño de barrilete


Desde chico ya tenía en el mirar
esa loca fantasía de soñar,
fue mi sueño de purrete
ser igual que un barrilete
que elevándose entre nubes
con un viento de esperanza, sube y sube.
Y crecí en ese mundo de ilusión,
y escuché sólo a mi propio corazón,
mas la vida no es juguete
y el lirismo en un billete sin valor.

Yo quise ser un barrilete
buscando altura en mi ideal,
tratando de explicarme que la vida es algo más
que darlo todo por comida.
Y he sido igual que un barrillete,
al que un mal viento puso fin,
no sé si me falló la fe, la voluntad,
o acaso fue que me faltó piolín.

En amores sólo tuve decepción,
regalé por no vender mi corazón,
hice versos olvidando
que la vida es sólo prosa dolorida
que va ahogando lo mejor
y abriendo heridas, ¡ay!, la vida.
Hoy me aterra este cansancio sin final,
hice trizas mi sonrisa de cristal,
cuando miro un barrilete
me pregunto: ¿aquel purrete donde está?